En días de lluvia

¡Cómo sufro cada vez que llueve y tengo que ir al centro!
Concepción es una ciudad lluviosa de cientos de años que, creanlo ¡no está preparada para la lluvia!

No hay techitos en las calles, las esquimas y cunetas se inundan siempre así que la gente tiene que saltar o meter la pata al agua y caminar toda apiñada mirando hacia abajo procurándose un pedazo de las cornizas de 20 cms de los edificios y que no les caiga la lluvia en la cara.
Terrible.
La gente camina sin mirar a su alrededor y lo que es peor aún: USAN PARAGUAS!!!

En esta ciudad en la que llueve con viento no hay paraguas que aguante. Siempre venden en la calle unos súper piñuflas de luca y siempre también pasa que los basureros se llenan de ellos porque se dan vuelta o rajan con facilidad. Otras veces los esqueletos metálicos quedan tirados en el piso

Si alguien se compra paraguas claro que es problema de él (o de ella), que se le rompa también, lógico. Pero que los abran caminando, que los balanceen en sus manos o que los hagan girar y los usen inclinados hacia atrás...

¡consituye un peligro público!

Esas viejas chicas que andan siempre llenas de bolsas, pajaroneando y jugando con el paraguas a lo Mary Poppins son las peores y me angustian...

Es una fijación que tengo, pero si bien en la calle suelo andar alerta, en días de lluvia hay que activar las antenas para estar pendiente de que a uno le cercenen el cuello o de que no le entierren una puntita metálica en el ojo.

El otro día me tocó.