¡No lela, no se dice así!

"Perdí a mi mamá a los 11 años. No tuve estudios, hice los cursos del Fosis allá en Carrera con Serrano, e hicimos una obra de teatro de la discriminación de los analfabetos. Que los miran en menos, van a hacer trámites allá al registro civil y donde no saben firmar todos los miran.
Y ahora aprendí…y sigo aprendiendo, ahí en los cursos nos enseñaron a pensar lo que vamos a decir, porque yo antes hablaba no más y hería a las personas, pero no con intención, si era porque no sabía. Ahora no’po, ahora pienso antes de hablar.
Y conozco más palabras, el significado de ellas, porque de repente una que es buena para alegar usa palabras que no sabe qué significan o no las sabe decir bien. Ahora mis nietos (6 y 8 años) me ayudan y me corrigen… me dicen “¡No lela, no se dice así!” y me lo buscan en el diccionario para que yo aprenda.
Cuando me licencié, el día que terminé los cursos, mi hijo lloraba en el acto, era como el orgullo que uno siente por sus hijos cuando logran las cosas, porque él nunca me había visto actuar y además yo estaba sacando mi diploma. Y mis nietos son buenos niños, se portan súper bien conmigo, me ayudan para que siga aprendiendo. Me gusta, de verdad que es importante. Yo ya había dicho “¿pa qué me voy a poner a estudiar ahora?” pero de verdad que a uno le sirve y le ayuda muchísimo".

Conversaciones con la abuelita del Niño Araña en el Parque Ecuador hace unos días…
Usted qué opina?