Escuchando canciones clásicas de nuestra infancia y adolescencia.
De esas que escuchábamos y nos hacían pensar en nuestros primeros amores platónicos, las que les dedicamos a nuestros primeros pololos y las que bailábamos en las fiestas del San Javier cuando teníamos no más de 14 años y los carretes se terminaban (con permiso extendido) a las 2 de la mañana cuando los papás esperaban estacionados afuera.
SuperNova, algunas brasileras, los ilegales, el símbolo, chocolate y otros hacen que recordemos nuestros 15 años, hoy, cuando ya han pasado 7. Y se siente como si los tuviéramos de nuevo.
Bailamos, usamos cucharas de micrófono y nos entusiasmamos como si las letras las hubiéramos escrito nosotras.
Nos va dando sueño y pienso que, aun después de tanto tiempo, de varios kilos ganados y de tanta agua que ha pasado por el puente… Tantas historias, que aquí que allá, que esto y lo otro… Seguimos siendo las mismas cabras chicas, nos sabemos aun las letras, las coreografías axe y nos emocionamos reconociendo frases que creíamos olvidadas pero no: sólo estaban dormidas.
La adolescencia es una etapa superada, pero a veces vuelve a aflorar.
Despertamos justo antes de irnos a acostar y de verdad que siento que somos unas quinceañeras de nuevo ¡Si seguimos hablando de lo mismo! No es que sean temas contingentes, pero es que vernos poco da para todo, incluso para pelar con efecto retardado y años de retraso.
Ahora que nos disponemos a dormir, espero soñar que despierto en un día común y corriente de mis 15 o 16 años. Y despertar mañana, ir a ver a mi pieza que mi amiga Natalia está durmiendo en mi cama, tomar desayuno tarde y seguir recordanalizando esos tiempos en que cosas tan pequeñas nos marcaban tanto (tanto como para ser recuerdos vivos a nuestros 22 años).
Mañana despertaremos y seguiremos siendo las veinteañeras que somos, nuestros 15 años volverán a dormir y estaremos esperando la próxima tarde de lluvia en que nos volvamos a encontrar.
No importa los años que tengamos: siempre estaremos despiertas dentro de nuestros inconscientes y volveremos a recordar (como si nada) esas cositas que marcaron nuestros caminos. Las cositas que duermen en nuestras memorias y que no podemos ni quisiéramos recordar a cada rato…
Que si así fuera perderían todo su encanto
5 comentarios:
Así mismo, siempre seremos quinceañeras por dentro y aunque pasen los años no nos olvidaremos de esos momentos. Son emociones vividas qué por mi parte quisiera vivirlas de nuevo.
uuuuuuuuyyyyyyyy si hasta es dificil escribir algo, luego de nuestro re-encuentro. Ahora entiendo por qué me quedé dormida esperando a que pasaras de vuelta a la pieza del Fabien y se apagara la luz del living... y por qué no me dijiste nada cuando te lo comenté mientras tomabamos desayuno con frutas de verano, en el super NOverano de Pto. Montt.
Cantar con cucharas de micrófono, bailar y comprobar que la memoria muscular existe, reirnos de chiquilladas, actualizar nuestras vidas y alegrarnos taaanto la una por la otra...me hace volver a revivir muchas emociones, recuerdos y comprobar aquellas cosas más lindas de la palabra "amistad". Siempre que nos volvemos a juntar ambas quedamos nostálgicas, seguramente porque siempre nuestros encuentros están requetecargados de energia y de sentimientos, si hasta nuestras madres se alegran cada vez que nos volvemos a ver!! Nuestras juntaciones me hacen recordar el tesoro que guardan las cosas sencillas, como una canción, una sonrisa, o contemplar la lluvia y descubrir si efectivamente los árboles están doblados. Se me revuelve hasta el alma.
Luego de tantos años, las peleas, risotadas o travesuras de cuando nenas vuelven a cobran sentido porque nos vuelven a alegrar y a recordar como fue que forjamos esto.
Luego de 11 años, siempre hay algo nuevo que contar que nos hace crecer y particularmente a mi me hace entender muchas cosas ke me haz dicho siempre...SIEMPRE, pero me encanta que estés ahí para recordármelas o para decir, AYYY NATALIA, TE LO DIJE!
Volver a usar tu pijama y tus pantuflas luego de escuchar: -uuuuhh se hizo tarde, tendrás que quedarte! es algo que me alegra, tanto como no parar de conversar hasta que estoy con la parka puesta, con la cartera en la mano y con la puerta abierta para irme... esa sensación de que quedaron cosas pendientes y que entonces habrá una próxima lluviosa tarde en el sur en la cual me volverás a abrir ese portón y ambas con las mechas volando y una gran sonrisa nos volveremos a abrazar apretado y con un ¡al fiiiiinnnn, que rico volver a verteee !!!
Esa es mi amiga Natalia pos...
Casi lloro =o)
Eso es amistad ♥
Y si querida.. los recuerdos no se borran! se guardan y de tanto en tanto se reviven y resuenan :DD
El corazon guarda tantas historias :)
La adolescencia es una enfermedad que se cura con el tiempo!!!!!!.
espero morir de eso...jajajaja
Publicar un comentario