¿Y usted quién es?

-Su nombre, por favor

-Mathilde, con te ache
…No tengo
…Se lo deletreo: eme, o, u, ese, ese, a, erre, de….. de… de dedo.
…(Holzapfel) Es más difícil, póngale una ache no más.

Así más o menos digo quién soy cuando me toca responder las 4 preguntas típicas de los trámites y es una reverenda lata, sobre todo porque pese a las indicaciones suelo aparecer mal escrita. Tan así que incluso el diploma de cuarto medio venía malo y tuve que pedir otro.

Ya casi tengo 21 pero entendí hace mucho tiempo que nunca dejaré de tener cara de quince. Así como también aprendí que la vida no es el camino a la felicidad sino la carrera de los pillos (y que muchos se aprovechan de eso) pero que más vale disfrutarla si no no tiene ninguna gracia.

En la vida hay dos maneras de crecer: aprendiendo de los ejemplos y/o errores de los demás, y haciendo uno mismo las cosas (una misma, dirán por ahí… a mí el feminismo no me gusta mucho); y una sola manera de “vivir”, que sería disfrutándola. Esas son cosas que no he podido dejar de hacer, es que he sido o muy afortunada o muy ingenua, yo me inclino por la primera.

Como ya dije, tengo childface (y mido 163 minicentímetros), lo que me ha restado credibilidad en innumerables ocasiones. Sumémosle la nariz, una infancia índiga, los apellidos, ser del sur con familia en europa y estudiar una carrera (por decir lo menos) alternativa y cara. Imagínese lo atroz que ha sido. Con todo eso y tener amigos como el Abraham que primero me encasilló, luego analizó y ahora me agarra pal weveo cada vez que puede: ser yo, hasta ahora, ha sido una gran experiencia.

Me desagrada la gente deshonesta, las personas que no se hacen cargo de sus vidas, los que mienten, quienes no se manejan en el código “tu libertad termina donde empieza la mía” y los intolerantes. Mi sueño frustrado es chuparme el codo y que me expliquen las tallas cuando no las entiendo. Cuando como miel o tomo café quedo peor que la hormiga atómica, y un ex pololo me dice “la lengua mecánica” por mi agilidad para devorar helados.

Sí, un poquito así soy yo.

Me gusta harto compartir mis percepciones, ideas, argumentos, interpretaciones y descargos. Me aburri del flog hace mucho tiempo y también de enviar mis anotaciones por email o msn… En cuadernos ya no escribo. En libretas a veces, pero al final siempre termino juntándolo todo en word.